El domingo del agua viva 3º Cuaresma A

El domingo del agua viva 3º Cuaresma A

Buenas,
la liturgia en este tercer domingo de Cuaresma, nos presenta un bello pasaje, el del encuentro entre Jesús y la samaritana. El símbolo del agua presente ya en el pasaje del Éxodo con Moisés de protagonista en la roca del monte Horeb de la que mana el agua para saciar una sed física por la intervención de Dios y el agua en el pozo de la aldea de Sicar con la samaritana. Aquí Jesús nos habla del don de Dios y de una agua que sacia nuestra sed de felicidad de la que sale un manantial que nos lleva a la vida eterna. Un agua viva, un agua fuente de gracia y fuerza para nuestra vida. Agua que purifica, envuelve, transforma, limpia, sana…Un agua como la del Bautismo de la que nacemos como criaturas nuevas.
Jesús tiene sed de ti y de mí y nos ofrece su agua para calmar nuestra sed, para darnos la verdadera vida. Y nosotros, ¿de qué tenemos sed? ¿de qué estamos necesitados? ¿hemos buscado lo que realmente sacia nuestra sed o andamos buscando aún falsos pozos para calmarla?
Jesús se presenta también a la samaritana como el único que puede calmarla desde ese don, desde ese Espíritu que nos ofrece para ser personas nuevas.Se presenta como Mesías y Salvador y le hace descubrir a la mujer samaritana quién es. Y ella desde su historia, desde su interior se encuentra con Él y proclama como mujer nueva que ha encontrado al Salvador del mundo. Ya no será la misma.
Jesús muestra también en este precioso pasaje que hay que derribar muros y fronteras para salir al encuentro con el otro. Jesús derriba el muro judío con los samaritanos y nos enseña que lo que importa es la persona y que hay que romper y derribar los muros raciales, étnicos, sexuales, de lengua o nación, de pueblo o cultura.
Hoy más que nunca, le pedimos a Jesús dame tu de beber, dame de tu agua viva, quiero seguirte, confío en ti, no tengo miedo porque sé que contigo alcanzaré la verdadera felicidad.
Feliz semana y un abrazo, Paco