Siente el amor de Dios y su llamada a ser misionero en tu entorno

Siente el amor de Dios y su llamada a ser misionero en tu entorno

Hace ya casi un mes tuvo lugar el Día Mundial de las Misiones. Una fecha que nos recuerda la valentía, trabajo y fe de tantas y tantas personas que entregan su vida para ayudar a aquellos que menos tienen.

  • Gracias a mi misión me han dicho: “Yo quiero ser como tú, yo quiero ser cristiano.”
  • Hoy la Iglesia me pide que me quede en Japón, pues yo me quedo.
  • Me gustaría morir con las botas puestas, al pie del cañón.

Son tres frases de tres misioneros que se han entregado a la misión que Dios por medio de la Iglesia les ha encomendado. Y lo siguen haciendo hoy, en un tiempo en el que la pandemia hace incluso más difícil su labor.

Pero… ¿y tú? ¿Serías capaz de hacer lo que ellos hacen? A muchos de nosotros nos costaría decir las frases que ellos pronuncian con valentía. Es más, nos cuesta incluso ser misioneros en nuestro entorno, nos cuesta escuchar lo que Dios quiere de nosotros, nos cuesta darlo todo por los demás. Ellos lo tienen claro.

Debemos poner en valor su trabajo, ser conscientes de la gran labor que hacen y rezar porque ellos, y nosotros en nuestro alrededor, seamos capaces de continuar la misión que Jesús nos dejó.

Y aunque muchas veces no seguimos su ejemplo o no cumplimos con lo que nos pide, con nuestra misión, Él siempre nos ama.

Nos ama incluso cuando tropezamos una y otra vez con la misma piedra. Porque lo cierto es que pecamos y nos alejamos de su lado, pero siempre está ahí, esperando a que nos demos cuenta de los errores y volvamos al camino correcto.

Hemos sido, somos y seremos como un árbol que puede arder en cualquier descuido, como una copa llena de agua clara y limpia que puede volverse turbia en cualquier momento. Y para apagar ese incendio y recuperar la pureza del agua, Dios encarnado en Jesucristo dio la vida por nosotros, por toda la humanidad. Siempre nos perdona.

Debemos valorar el enorme sacrificio que hizo y el eterno amor que nos profesa, aunque no siempre reciba de nosotros la respuesta adecuada.

Que, bajo el paraguas de su amor, y por intercesión de nuestra madre María, sigamos caminando agarrados a su mano, siendo misioneros en nuestro entorno, cumpliendo su voluntad y manteniendo la fe y la esperanza en estos tiempos difíciles.

Grupo de Rafa y Gloria