El domingo de la confianza y el miedo vencidos 19º TO ciclo A

El domingo de la confianza y el miedo vencidos 19º TO ciclo A

Buenas,

La liturgia de este domingo nos pone delante la realidad de nuestros miedos. Hoy Jesús nos pide confianza ante las dificultes de la vida. ¡ánimo, soy yo, no tengáis miedo! Los vientos contrarios de la vida, nos producen miedo. Las dificultades nos hacen dudar. Tiene miedos el niño: a los fantasmas, los monstruos, la oscuridad. Tiene miedos el adolescente ante su inseguridad, el quedarse solo, el perder los amigos, el ser considerado diferente o fuera del grupo. Tenemos miedo los adultos a nuestros fantasmas interiores, a perder poder o fama, a perder a nuestros seres queridos, a la enfermedad. Tienen miedo los ancianos ante la soledad, la enfermedad o la muerte.

El miedo es una realidad que paraliza, bloquea, nos impide ser nosotros mismos y es fruto de nuestra falta de confianza en Dios, de nuestra falta de fe como dice el Evangelio de este domingo. No vemos a Jesús en los momentos de dificultad. Y en medio de la tempestad y ante las dificultades, nos ocurre como a Pedro, que no sabe afrontarla, que duda y teme. Dios es es como esa ancla que pone firmeza en nuestra vida ante las dificultades. Hace falta que llegue el Señor para tranquilizar, para decir no temáis que soy yo. Después de la tempestad siempre llega la calma. Recuerdo personalmente esa frase: ¡no temas soy yo! en momentos difíciles de mi vida que apareció escrita en una piedra de un retiro vivido años antes y que me hizo abrir los ojos y darme cuenta que sin confianza en el Señor no somos capaces de afrontar las dificultades que la vida nos pueda traer. Entendí entonces que el Señor nos habla en la dificultad, nos fortalece. Entendí también que si nos falta la fe, todo se tambalea y supe que con el Señor todo se puede afrontar y superar y vi como después de la tempestad llegaba la calma y la paz del Señor, como le ocurrió al profeta Elías descubriendo que el Señor estaba en la brisa.

 

Feliz semana estival y un abrazo, Paco