Buenas,
ya está aquí, ya se acerca nuestra liberación, “marhanata”, ven Señor Jesús, te necesito. Necesitamos tu presencia, tu buena noticia. Este domingo la liturgia nos invita a vivir con alegría esa Buena Noticia. Como dice el profeta Isaías, necesitamos tu Espíritu, ese que nos transforma y nos envía a proclamar y construir tu Buena Noticia. Ese que posibilita un cielo nuevo y una tierra nueva. Nuestro mundo necesita esos Juan el Bautista testigos de la Luz, esos que anuncian con gozo y alegría que hay motivos de esperanza en un mundo muchas veces gris. Un mundo que necesita la esperanza de la liberación porque escucha muchas voces oscuras de división, de falsas respuestas. Hoy más que nunca hay que clamar sin miedo en los desiertos del ambiente oscuro. No miremos las luces de neón en nuestras calles sino la Luz que nacerá en una olvidada cueva o mejor, miremos las luces de la calle pero para ver en ellas luces de esperanza para nuestras vidas, luces que en el transcurso de los siglos proceden de esa perdida cueva de Belén.
Que desbordemos de gozo con el Señor siendo testigos de esa luz que el mundo necesita. Feliz Adviento y Feliz Navidad.
Un abrazo, Paco