El domingo del Amor 6º Pascua ciclo B

El domingo del Amor 6º Pascua ciclo B

Buenas,
este domingo la liturgia nos habla de un Amor que permanece. El Amor que viene del Padre y que se hace realidad en el Hijo. El Amor que hecho realidad en el Hijo se nos da a manos llenas para que también nosotros podamos llenarnos de él. Un amor que no distingue, que no tiene privilegios sino que se nos da a todos por igual. Basta querer permanecer practicando la justicia, el amor y la vida que El mismo nos ofrece. Permaneciendo en su amor daremos fruto abundante y podremos extender ese amor a todos los que nos rodean. El nos llama amigos porque nos ha revelado la Verdad que libera en un gesto de plena confianza en cada uno de nosotros. Cuenta contigo y conmigo para estar en las duras y en las maduras con un Amor de amistad plena y eterna. Regalándonos de forma gratis su amistad dignifica y da sentido pleno a nuestra vida. Cómo vivimos esa relación de amistad con el Señor? Cómo respondemos a su oferta de amistad ?
Esa es la señal y el signo de los cristianos: el Amor y en eso podrán conocer que somos sus discípulos. Amarnos los unos a los otros es por tanto la clave y la señal del cristiano y todo lo demás es secundario. Ahí es donde se tiene que visibilizar nuestra fe y nuestro actuar. No lo olvidemos, de la fe, la esperanza y el amor, la más importante es el Amor. Así nuestra fe será coherente y nuestra esperanza se llenará de alegría.
Feliz semana y un abrazo,
Paco

Evangelio según Juan (15,9-17):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros.»

Palabra del Señor