El domingo de las Bienaventuranzas 6 TO ciclo C

El domingo de las Bienaventuranzas 6 TO ciclo C

El domingo de las Bienaventuranzas 6 TO ciclo C

Buenas,
la vida al estilo de Jesus resulta hoy una vida a contracorriente. Buscamos la mayoría de las veces la felicidad en los lugares equivocados. El Evangelio de este domingo nos presenta el programa de Jesus para ser dichosos. Dichosos los pobres, los preferidos de Jesus, los que nunca han tenido privilegios y oportunidades y les han sido negados sus derechos pero también los humildes que ponen la confianza en el Señor y no en sus propias fuerzas, los que se saben vulnerables y necesitados de su presencia, los que se hacen fuertes en su debilidad porque el Señor es su principal fortaleza. Frente a los pobres estarían los ricos sobrados, los autosuficientes, los que piensan que no necesitan de Dios. Felices los que ahora lloran porque reirán, los que ahora sufren por ser víctimas de heridas proporcionadas por la falta de amor, por la incomprensión, por la carencia, por la enfermedad, la soledad…
Dichosos los que ahora tienen hambre porque serán saciados, los que fruto de las injusticias de este mundo pasan necesidad pero también los que tienen hambre y sed de justicia, los que no se acomodan egoístamente eligiendo servir a dioses falsos como el dinero, el afán de poder y reconocimiento. El Señor compensará todo.
Dichosos cuando los odien, rechacen y proscriban como le ocurrió al mismo Jesus. Dichosos por ser valientes, auténticos,insobornables, coherentes, fieles a la verdad.
Un plan y un camino basado en los valores que Jesus nos transmitió. Un camino no exento de piedras y dificultades pero sin duda una apuesta por la verdadera felicidad, por los valores de un Reino de Amor que nos permitirá ser lo que estamos llamados a ser y cumplir así la voluntad de Dios en nuestra vida.
Feliz semana y un abrazo, Paco

Lectura del santo evangelio según san Lucas (6,17.20-26):

En aquel tiempo, bajó Jesús del monte con los Doce y se paró en un llano, con un grupo grande de discípulos y de pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón.
Él, levantando los ojos hacia sus discípulos, les dijo: «Dichosos los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Dichosos los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados. Dichosos los que ahora lloráis, porque reiréis. Dichosos vosotros, cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten, y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas. Pero, ¡ay de vosotros, los ricos!, porque ya tenéis vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que ahora reís!, porque haréis duelo y lloraréis. ¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que hacian vuestros padres con los falsos profetas.»

Palabra del Señor