Festividad de la Inmaculada Concepción ciclo A

Festividad de la Inmaculada Concepción ciclo A

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“Alégrate, llena de gracia”

Buenas,
una de las características de María es, sin duda, la disponibilidad a la voz del Espíritu en ella y a poner su vida al servicio del Señor. Para Dios nada hay imposible. Todo lo hace la fe y el abandono confiado al mensaje del Señor a través del Arcángel Gabriel, el hágase de María que ha cambiado la historia. Todo lo hace la gracia y la disponibilidad, la confianza y apertura al don que se recibe y la respuesta a la misión encomendada por el Señor.
El hágase de María demuestra que todo lo hace la fe y la confianza porque cuando es fuerte se nos da de lleno la gracia que permite hacer grandes cosas. Pero nos falta la fe y la confianza, nos falta la disponibilidad plena de María. No nos abrimos a la acción del Espíritu y por eso no damos los pasos que tendríamos que dar y nos puede la debilidad y la tibieza.
En este Adviento, María nos muestra el camino a seguir. Sigamos su ejemplo y preparemos nuestro corazón para que nazca de verdad en nosotros Jesús y se haga realidad el mensaje que el Señor tiene para cada uno de nosotros.
Feliz semana y un abrazo,
Paco

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 26-38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo:
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».
Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel.
El ángel le dijo:
«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».
Y María dijo al ángel:
«¿Cómo será eso, pues no conozco varón?».
El ángel le contestó:
«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible”».
María contestó:
«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».
Y el ángel se retiró.

Palabra del Señor