Buenas, este domingo la liturgia nos presenta a Jesús en boca de Juan el Bautista como el cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Dios Padre ha querido que Jesús venga a liberarnos del mal, no solamente a perdonarnos los pecados, sino a quitar de nosotros ese mal para siempre, a sanarnos por dentro, a extirpar de nosotros ese mal y hacernos personas nuevas.

En el mundo judio el cordero se ofrece como expiación de los pecados para ofrecérselo a Dios. Sin embargo aquí es el mismo Dios, su Hijo quien se ofrece haciéndose como nosotros y entregando su vida como ofrenda por nosotros para que esto se haga posible. Ese inmenso amor cuesta entenderlo y que Jesús asuma en su dar la vida por nosotros el mal de todos para que este desaparezca nos presenta el definitivo triunfo del amor sobre la muerte, del Amor sobre el mal, de La Luz sobre la oscuridad.

Juan el Bautista nos presenta también a Jesús como el único que bautiza con el Espíritu. El Espíritu Santo nos da esa posibilidad de ser personas nuevas si nos abrimos a su acción en nuestra vida.

Que entendamos esa acción del amor De Dios en nuestras vidas para hacernos verdaderos apóstoles de su mensaje de amor y testigos para otros de esa liberación. Seamos instrumentos liberadores del mal también para otros dándonos y entregándonos por amor.

Feliz semana y un abrazo, Paco